Acompañamiento artístico completo: trabajar con Lieke Wevers para París 2024
En Sounds of Motion creemos que la magia sucede cuando la música y el movimiento se unen para contar una historia. Esta visión encontró una encarnación perfecta en nuestra colaboración con la gimnasta olímpica Lieke Wevers para los Juegos Olímpicos de París 2024. Más que una composición musical, este proyecto se convirtió en una aventura artística completa gracias a la incorporación de un acompañamiento coreográfico en colaboración con Jacques Ferrari, reconocido por su experiencia en el deporte de alto nivel y en la puesta en escena creativa y original en el mundo del deporte y del espectáculo.
Un proyecto a medida: el encargo de Lieke Wevers
Desde nuestras primeras conversaciones, Lieke compartió con nosotros una visión artística clara e inspiradora para su rutina de suelo. Estas son las directrices que nos dio:
- Un estilo musical híbrido: una base clásica con piano, violín y bajo, enriquecida con elementos modernos y contemporáneos.
- Un ambiente parisino: música que rinde homenaje al país anfitrión de los Juegos, evocando a la vez elegancia y modernidad.
- Una conexión emocional: las transiciones musicales son capaces de evocar una serie de emociones, desde la frialdad y la soledad hasta la fuerza y la satisfacción.
- Un momento interactivo: una sección rítmica para implicar al público y crear un vínculo inmediato con espectadores y jueces.
- Detalles sutiles y misteriosos: pequeños sonidos de fondo para enriquecer la atmósfera y cautivar aún más.
Apoyo artístico integral: música y coreografía
Lieke quería una simbiosis perfecta entre la música y la coreografía, y ahí es donde entró Jacques Ferrari. Este coreógrafo, conocido por sus originales puestas en escena y su experiencia en el deporte de alto nivel, se unió al proyecto para crear una rutina que sublimara la composición musical y resaltara al mismo tiempo las cualidades técnicas y artísticas de Lieke.
- Diálogo constante: Trabajamos en estrecha colaboración, ajustando la música y los movimientos para que cada nota resonara con precisión en la coreografía.
- Progresión emocional: La rutina refleja las emociones evocadas por Lieke: una apertura distante y fría, una acumulación de ira y lucha, que culmina en una afirmación de fuerza y satisfacción.
- Un homenaje a París: La coreografía incorpora sutilmente referencias culturales al estilo parisino, reforzando el homenaje musical.
Una historia impulsada por la música y el movimiento
El resultado es mucho más que una simple rutina de gimnasia: es una obra de arte completa, en la que música y coreografía interactúan para cautivar al público. La progresión de las emociones es palpable en todo momento, y el momento interactivo en el corazón de la rutina ofrece una rara oportunidad de emocionar al público en tiempo real.